En estas breves líneas César Muñoz Arconada o César M. Arconada como le gustaba firmar, describe su vida y su obra con el  lirismo que impregna la obra de este periodista, poeta, ensayista, dramaturgo, editor, cronista y uno de los grandes olvidados de nuestras letras hispanas.  Nace el 5 de diciembre de 1898 en Astudillo (Palencia) será el mayor de seis hermanos. Su padre muy implicado en la estructura caciquil de la Restauración, procurador, administrador del salto de agua de Astudillo, corresponsal del Diario Palentino yNorte de Castilla,  alcalde de Astudillo y  amigo del ex ministro Abilio Calderón y del abogado Eladio Santander, gobernador civil de Palencia.
 Arconada vive una temporada en Valladolid con su abuelo molinero pero tiene que  volver a Astudillo cuando sus abuelos emigran a América. En el pueblo ayuda a su padre y le sustituye en la corresponsalía del “ Diario” y “El Norte”. Su tensón sustituye a la enseñanza reglada y comienza su afición a la literatura componiendo poemas y algunos cuentos. Choca con su padre y acepta ir a Madrid a preparar las oposiciones al Estado. En 1919 saca las oposiciones y entra como funcionario al Cuerpo de Correos. Las amistades de su padre hacen que sea destinado a Palencia donde entrará a trabajar en horario nocturno y comenzará su colaboración periodística en el Diario en 1920. La labor periodística de Arconada le acompañará a lo largo de toda su vida y concluirá  en el exilio con la dirección de la edición castellana de la revista Literatura Internacional(1). En el año 1922 la familia abandonará Astudillo para ir a Madrid donde el padre entra a trabajar en una fábrica de bombillas de los mismos dueños que el salto de agua que regentaba en Astudillo.
Ni la familia ni César volverán por el pueblo, pero esos dieciséis años que vivió en Astudillo, de una manera discreta, dejarán una huella imborrable. Amante del trabajo y del silencio, siente un profundo respeto por la dureza de su tierra y la sequedad de su gente y  en su novela La Turbina se pasea por las tierras de su pueblo natal, idealizando el paisaje.
Ya tenemos a César en la capital, pero su carácter melancólico y el ambiente cerrado en que se desenvuelve la vida cultural y política hacen que no se encuentre a gusto. Participa en las tertulias con las personas más inquietas Paco Vighi, Victorio Macho, Garrachón Bengoa, etc. En el otoño de 1921 intenta formar una sección en el “Diario” llamada “Los jueves literarios” pero apenas dura unas semanas. En su mente ya está la necesidad de emigrar, Palencia le ahoga, al igual que a sus amigos artistas “tendrán cualquier día, que coger el tren si no quieren terminar roncando apaciblemente”(2).Gracias a su poderoso padrino Don Abilio, conseguirá a finales del año 1921 el traslado a las oficinas centrales de Correos en Madrid.
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(1) Para conocer su obra periodística, es imprescindible el libro de Christopher H. Cobb “ De Astudillo a Moscú. César M. Arconada. Obra Periodística”, Editorial Ámbito. 1986.
(2) <<Provincianismo>>, 27 de junio, 1921